Mostrando los 10 resultados
EL BRUJO QUE DESAPARECIÓ
Aproximadamente a una hora de Ocallí, existía un señor que era brujo, cuentan las personas que en aquellos tiempos cuando aún vivía, varias veces lo encontraban bajando por un camino, pero lo más extraño era que el brujo bajaba arrastrándose completamente desnudo, pero por temor nadie hablaba ni colocaban una denuncia a las autoridades porque era un brujo muy mentado.
EL DEMONIO DE LA MONTAÑA
A unas cuantas horas de Táctamal, había un lugar no muy conocido, donde había una montaña que muchos decían que estaba embrujada porque había muchos sucesos paranormales, a la vista la montaña es muy bonita, pero al atardecer la montaña cambia de forma, se vuelve tenebroso y en esos momentos es donde despierta un Demonio de ese lugar.
EL DUENDE Y EL LEÑADOR
En un lugar muy alejado se encontraba un pueblito, poco conocido llamado Ocallí; que era conocido por sus historias, su gente, por su variada fauna, frutas e incluso por sus comidas.
EL PUEBLO Y EL AGUA
Érase una vez en la hacienda de Tactámal, los habitantes recogían el agua para tomar y cocinar de los chorros y pozos por muchísimo tiempo. Un día de esos llegó el sacerdote al pueblo y se dio un baño en el chorro de la plaza en presencia de la población
FIESTA DE CUMPLEAÑOS
Un día en el anexo de Selcho cusco estábamos preparando una sorpresa para una amiga por ser su cumpleaños, en ese momento llegó una señora anciana que era muy pobre entonces yo y mis amigas Emma, Elizabeth, Cleo.
LA NIÑA Y EL DUENDE
Cierta vez en el distrito de Ocallí, sucedió un acontecimiento, que un duende se llevó a una niña de apenas de tres años de edad, el duende lo llevó por el monte. Los padres fueron a trabajar a su chacra y dejaron a la niña en una casita al costado de su chacra, la niña se quedó con sus dos hermanitas.
LA POSA Y LA CUEVA
Cuentan personas antiguas, que en el lugar de Celcho Huaico, se encuentra una poza de agua, el cual va acompañado de una cueva grande, este lugar llama mucho la atención ya que cuando vas a nadar en esa poza te da curiosidad de ingresar.
LOS GRANOS DE LA SERPIENTE
Érase una vez, en el pueblo muy lejano de Ocallí. Una señora partió con destino de a su finca por temporadas de cosecha de café.